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¿Has comenzado a tener ideas suicidas?

Por favor, quédate y sigue leyendo...

Aunque ahora mismo no veas otra solución, no significa que no la haya, sino que no puedes verla en este momento. Otra persona puede ayudarte a encontrar esa solución.

Busca ayuda lo antes posible. Si crees que no puedes más, por favor, habla con un amigo o un familiar de confianza, vete a ver a tu médico o llama a un servicio de atención telefónica.

Permanece acompañado hasta que los pensamientos disminuyan, pero no te quedes solo.

Piensa en las cosas o personas importantes que te han ayudado a superar otros momentos difíciles. Esas son precisamente las cosas o personas por las que también merece ahora la pena vivir. Es importante que tengas esto presente.

Trata de centrarte en el día a día. Pensar más allá puede resultar abrumador si sientes que tienes muchos problemas y no te ves capaz de afrontarlos. No pasa nada, está bien.

No te aísles. Trata de salir o de recibir visitas en casa de familiares y/o amigos, aunque no disfrutes de su compañía igual que antes. Es muy importante seguir manteniendo el contacto con los tuyos.

Escribe un diario en el que puedas anotar todas aquellas cosas que son realmente importantes para ti. Escribe tus sentimientos y léelos cuando no estés bien.

¿Necesitas ayuda para ti o un familiar?

Habla de tus pensamientos.

No te guardes para ti mismo nada.

Fuente: Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida

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